SUAZA - HUILA

Desierto de la Tatacoa

jueves, 19 de noviembre de 2009

GARZON -HUILA



Todo inicio en Neiva Huila, a eso de las 5:30 salio el bus rumbo a Garzón, por el recorrido se pudo apreciar hermosos paisajes, ríos y muchos atractivos mas, pasamos por la capital arrocera del Huila (municipio de CampoAlegre), por el municipio donde nos ofrecen deliciosas almojábanas (Hobo) y por la capital cacaotera del Huila (el municipio de Gigante)…

Aproximadamente a unos 3 kilómetros, llegamos a San Juaquin, un hermoso restaurante rodeado de agua y peces, los cuales se podían apreciar muy bien, allí tomamos el desayuno (jugo de naranja, tamal, chocolate y pan).

Luego de un merecido descanso, a eso de las nueve y media ingresamos al hotel Casa Blanca, ahí nos estaba esperando el señor Mariano Ospina, quien nos iba a servir de guía en el municipio de Garzon y el municipio de la Jagua.

Dejamos nuestras maletas, apreciamos las confortables habitaciones y seguidamente nos dirigimos al parque principal de Garzón, este es muy agradable, pues esta rodeado de samanes los cuales ofrecen sus deliciosas sombras así mismo flores y prados verdes.

Don Mariano nos explico la historia de la catedral San Miguel Arcángel, pues esta tiene mucho tiempo de construcción, su infraestructura es totalmente colonial, es muy grande y bonita. Así como esta catedral hay muchas más en el municipio de Garzon, ya que Garzon además de ser el alma del Huila es también la capital Diocesana. Luego nos dirigimos al seminario de Garzón, es un sitio lleno de tranquilidad, silencioso y agradable para leer, meditar, pensar y hacer todas aquellas cosas que son imposibles hacer en la ciudad de Neiva por causa de la presencia de contaminación auditiva, este lugar es especial para amantes de la naturaleza, ya que cuenta con muchas zonas verdes, con ceibas altísimas y innumerables clases de flores.

En este lugar se encuentran los jóvenes que desean seguir el camino sacerdotal, los jóvenes que de verdad tienen vocación religiosa. También recorrimos el convento de las Clarisas, me sorprendí muchísimo al conocer su historia, pues estas monjas son totalmente entregadas a Dios, ellas no se dejan ver de nadie, ni siquiera de sus familiares.

El guía nos comentaba que cuando había visitas, lo hacia tras una cortina, sin dejarse ver, únicamente se podía apreciar sus voces. También decía que tampoco cuando una monja moría la podían ver, por que dentro del convento estaba la tumba de cada una de ellas, la enterraban entre ellas mismas y sus familiares no las veían ni muertas.

La verdad esta historia me produjo de todo, tristeza por sus familias.